Pte. Diciembre en Cantabria

Cantabria te espera con un plan perfecto para disfrutar con tu hijo en unas vacaciones monoparentales llenas de historia, naturaleza y diversión. Durante el puente de diciembre, te proponemos un viaje diferente en el que compartirás aventuras con otras familias, descubrirás cómo vivían cántabros y romanos, aprenderás técnicas de supervivencia en plena naturaleza y te relajarás en los mágicos bosques del norte. Un programa diseñado con mimo para que padres e hijos disfruten juntos de cada momento, en un entorno seguro y con el mejor ambiente de grupo.

Día 5 de diciembre – Bienvenidos a Cantabria

¡Empieza la aventura! Hoy llegan todas las familias monoparentales al hotel que será nuestro hogar durante estos días. Nada más llegar, nuestro equipo os recibirá con una gran sonrisa y os ayudará a instalaros en las habitaciones para que podáis descansar después del viaje. Será el primer momento para soltar las maletas, relajarnos y empezar a conocernos. Por la tarde tendremos una pequeña presentación del programa, donde os contaremos con detalle todo lo que tenemos preparado y compartiremos algunos consejos prácticos para que aprovechéis al máximo la experiencia. Mientras tanto, los niños ya comenzarán a descubrir a sus nuevos compañeros de juego y, casi sin darse cuenta, estarán creando amistades que durarán todo el viaje. Los papás y mamás, por su parte, encontrarán un ambiente cercano en el que compartir ilusiones, risas y expectativas. La jornada terminará con una deliciosa cena en grupo, el primer momento de convivencia de nuestro viaje. Queremos que os sintáis como en casa desde el primer día, porque estas vacaciones monoparentales son mucho más que un simple viaje: son la oportunidad de vivir, aprender y disfrutar junto a tu hijo.

Día 6 de diciembre – Los orígenes de Cantabria: cántabros y romanos

Después de un buen desayuno en el hotel, nos espera un viaje al pasado. Nuestra primera parada será el Domus de Juliobriga, una villa romana reconstruida que nos permitirá descubrir cómo vivían las familias hace dos mil años. Los niños podrán recorrer sus estancias, observar objetos cotidianos y sentirse parte de la historia. Tras la visita, disfrutaremos de un almuerzo de los que dejan huella: el sabroso y tradicional cocido montañés, un plato que representa la esencia de Cantabria. Con energías renovadas, continuaremos hacia un poblado cántabro, donde retrocederemos aún más en el tiempo para conocer de cerca a aquel pueblo indómito que se enfrentó nada menos que al Imperio romano. Será un día emocionante para grandes y pequeños, lleno de momentos en los que aprenderemos, compartiremos y nos divertiremos juntos. Este tipo de experiencias hacen que los viajes monoparentales con Viajacontuhijo sean tan especiales: vivir la historia en primera persona, en compañía de tu hijo y rodeados de nuevas amistades.

Día 7 de diciembre – Aventura y supervivencia en plena naturaleza

Hoy toca calzarse las botas y sacar el espíritu explorador. Después del desayuno, nos dirigiremos a un paraje natural donde nos espera un reto único: un curso de supervivencia. De la mano de monitores expertos aprenderemos a orientarnos gracias al sol y a las estrellas, a localizar agua, a construir un refugio y hasta a encender fuego de forma segura. Los niños se sentirán como auténticos aventureros, mientras los padres disfrutan viéndoles aprender y compartiendo con ellos la emoción de esta actividad. A mediodía haremos una pausa para un picnic campestre con productos locales, perfecto para reponer fuerzas en plena naturaleza. La aventura continuará hasta media tarde y, tras un poco de tiempo libre para pasear o descubrir el centro de Reinosa, volveremos al hotel para la cena. Allí compartiremos risas, anécdotas y vivencias de un día que, sin duda, quedará en la memoria de todos. Porque cuando viajas solo con tu hijo, cada momento se convierte en un recuerdo especial.

Día 8 de diciembre – Conexión con la naturaleza y despedida

Nuestro último día será diferente, relajante y muy especial. Tras desayunar, realizaremos una experiencia única: un baño de bosque, inspirado en la tradición japonesa. Caminaremos despacio, respiraremos profundamente y dejaremos que la calma del entorno nos envuelva. Será un momento perfecto para compartir con nuestros hijos un instante de serenidad, conexión y paz. Después regresaremos al hotel para nuestra comida de despedida, el último rato juntos antes de volver a casa. Nos iremos con nuevos amigos, con recuerdos inolvidables y con la alegría de haber vivido unas vacaciones monoparentales llenas de experiencias, aprendizajes y momentos compartidos con nuestros hijos. Porque con Viajacontuhijo cada viaje no es solo un destino: es una oportunidad para reforzar la relación con tu hijo y descubrir juntos lo mejor de la vida.

Si llevas tiempo pensando en una escapada con tu hijo, este es el momento perfecto para hacerlo realidad. El puente de diciembre es la ocasión ideal para dejar la rutina atrás y vivir una experiencia que recordaréis siempre. Viajar con Viajacontuhijo no es un viaje cualquiera: es compartir actividades pensadas para disfrutar en familia, hacer nuevos amigos y, sobre todo, fortalecer ese vínculo tan especial con tu hijo. Imagina descubrir juntos la historia de los romanos y cántabros, aprender cómo sobrevivir en plena naturaleza, reír a carcajadas en cada actividad y terminar el día con la satisfacción de haber compartido momentos únicos. Además, estarás acompañado de un grupo de familias monoparentales que, como tú, buscan diversión, compañía y la seguridad de un viaje organizado al detalle.

No lo dejes para más adelante. Las plazas son limitadas y este programa está diseñado especialmente para que tanto padres como niños se sientan protagonistas. Cantabria os espera con todo su encanto, y tú solo tienes que decidirte a dar el paso. ¿Preparado para vivir unas vacaciones diferentes y regresar a casa con recuerdos que se quedarán para siempre?